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RECORDANDOTE CON STRAUSS



Escojo tiempo a solas,
para acompañarme de usted
tomando sorbos de un eterno café
en la Tegucigalpa histórica que nos conoce.

En una estancia artística
leo el libro de la vida
que escribimos en nuestros mejores años,
mientras un liviano invierno
alberga en mis mejillas
cadáveres de servilletas,
creando inéditos sorbos de café salado.

Por ahora,
vivo en una soledad tan concurrida,
donde el silencio se preña de ilusiones
que dan a luz en mi oscuridad,
al copular con la ninfómana nostalgia.

Quisiera que los ocasos
cerraran sus portones hasta el amanecer
y no dejaran entrar esos zapatos
de un sentimiento que huye de la razón 
en las horas que rasguñan las madrugadas,
pero los fantasmas que dejó
secuestran mi voluntad
y la escoltan hasta el salón
de los recuerdos donde la camerata
libera el enjambre de momentos 
que llevan el ADN de su alma.














Algún día,
la historia entre canas
revelará la verdad,
mientras "El Vals del Beso" de Strauss siga sosteniendo en el baile de la madrugada, aquello que no envejece en nuestras mentes...

el recuerdo.


Autor Moisés Sánchez 



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