EL PODER DE UN VIOLONCHELO

















Un violonchelo subió a la escalera,
saltó los muros periféricos y recorrió mi casco histórico.
Caminó por mis provincias junto a nuestros fantasmas
y brindaron con la mezquina luna de ésta noche.

Un sismo de frío abrió mi tierra,
y el mar de tu ausencia se me vino encima.
Esa ola de tu mirada pegó en la capital de mi cuerpo
llevándose mi estabilidad,
y por culpa de un enjambre de recuerdos
hubo toque de queda en la ciudad.


Te vuelves tan espesa en plenilunio
y tan presente en el olvido,
tan mía en Piazzolla
y tan lejana en el último compás de oblivion.


Es el arte de tu vaivén
que se envuelve con las sabanas de un violonchelo
y reposa en una cama de nostalgias
pellizcando de madrugada mí corazón.


Por eso...

Quisiera ponerle eternos compases de silencios a este chelo,
pero su sonido está empedrando mis calles
convenciéndome como los políticos convencen
a los pobladores de juicio débil...
mientras mi corazón está viviendo en la Antártida.

Hoy un chelo le corto los tobillos a mi voluntad y la hincó,
y una séptima mayor en pequeños pasajes la amarró.
Hoy un chelo asaltó mi ciudad secuestrando mi carácter,
y una séptima mayor en pequeños pasajes me encerró...


haciéndome dormir contigo aunque no estuvieras conmigo.



Hoy he descorchado una botella de silencios
y los sorbos sabían a Ti.




Autor Moisés Sánchez




http://www.youtube.com/watch?v=78UTnlSJ3Og

















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